sábado, agosto 02, 2008



¿Seducir o retener? la nueva disyuntiva del marketing


Las crisis por la que están pasando muchos países lleva a muchos cambios. Uno de ellos deriva hacia el mercado laboral. No se trata únicamente de la pérdida del trabajo, con los impactos correspondientes en el entorno del nuevo desocupado, su familia y amistades … Conlleva también “el impacto en el propio impacto” de otros prestadores de servicios complementarios.

En España, por ejemplo, abruma la situación de la caída inmobiliaria. Pero, no solamente por la cantidad de propiedades a vender; o aquello que se convirtió en incobrable. Abruma la cantidad de pueblos cuyos habitantes se dedican a carpintería de obra o a la fabricación de ladrillos, por ejemplo, y que quedarán sin trabajo.

Las crisis tienen eso. Y sería muy miope pensar que las crisis sólo impactan en los trabajadores. Impacta en los trabajadores y aquellos que trabajan para los que trabajan. Hay otros, a los que no se les mueve un pelo. Así de fácil. Estos últimos cada día son menos.

Leyendo las noticias que nos rodean, todos acordamos en decir “son ciclos”, “siempre fue así”, “pasan”. Efectivamente siempre ha sido así. Con la diferencia que hemos educado a la sociedad a mayor euforia en el gasto, se ha convertido la “última moda” en una necesidad ineludible, provenimos de una sociedad de consumo, que en el futuro deberá racionalizar el gasto, para salir lo antes posible de un cambio que si no le pega a uno, pega cerca y llega a muchos la onda expansiva.

Y entonces, ¿cuál será la estrategia que deberá desarrollarse en marketing para posicionar e introducir nuevos productos? ¿O acaso vender más? Bien, si antes todo era glamoroso, es muy probable que se pase a elaborar productos más accesibles para la mayoría. Sin perder cierto lujo, atractivo pero barato.

Y aquellas personas que trabajan en el área de marketing, deberán enfocarse más a retener clientes que buscar nuevos. “Buscar” nuevos clientes podría convertirse en algo muy caro si la respuesta de las personas no responde al objetivo de crecimiento de la empresa. O sea, habrá que convertirse en un experto en administrar crisis, que –obviamente- es más difícil que administrar la abundancia.


Saludos, GAby Menta

F: Observa

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